Campeón del Bosque de Tlalpan en Nueva York

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El corredor del Bosque de Tlalpan que se comió la Gran Manzana

Heladio Ramírez es un corredor de 76 años que sabe lo que significa el triunfo. El domingo pasado, 7 de noviembre, decidió correr por primera vez el Maratón de Nueva York y su determinación lo llevó a ocupar el tercer lugar de su categoría con un tiempo de 4:37:25. Sorprendentemente, el señor Ramírez no sabía de su triunfo hasta antes de esta entrevista y fue emocionante poder llevarle la buena noticia.

Foto: ING New York Marathon

No sólo debutó en Nueva York, sino que además, fue la primera ocasión en la que corrió con su hijo, Raúl Ramírez, quien ahorró durante un año para poder cumplir el sueño de correr con su papá. Aunque la razón del viaje fue la carrera, les fue imposible evitar la tentación de conocer las grandes atracciones de la ciudad de los rascacielos un día antes del maratón. Sin duda, el recorrido turístico causó estragos en los deportistas, quienes dijeron que no están del todo satisfechos con los resultados y esperan regresar el año que entra “para sacarse la espinita” de una carrera “pesada para las largas subidas”, como comenta el señor Ramírez.

El ambiente del maratón es otro aspecto que lo cautivó, pues aunque no entendía lo que la gente le gritaba, él sabía que el ánimo que le transmitían no dependía del idioma.

El señor Heladio Ramírez comenzó a correr a los 20 años con su hermano, Rafael. En aquél entonces practicaba ciclismo, pero la oportunidad de participar en carreras de calle en México no era muy común, así que se animó.

De ahí en adelante, continuó participando en diferentes carreras como la México-Cuernavaca. En 1985, después de la cancelación del Maratón de la Ciudad de México a causa del terremoto de septiembre, el señor Ramírez decidió cruzar la frontera y probarse en el Maratón de Dallas donde su hermano Rafael ganó la categoría Master. Por su parte, el señor Ramírez, cronometró 3:46. En 1986 corrió Chicago  y lo terminó en 3:15 aunque él iba por 3:30. La amistad que entabló con Rodolfo Gómez, no sólo le hizo adquirir experiencia en el atletismo, sino que le permitió conocer a los organizadores y algunos detalles del maratón, como la cronometración de los corredores por parte de los jueces. En 1990, la ciudad de Los Ángeles lo vio correr el maratón en 3:10:46, que considera como uno de sus favoritos.

El señor Ramírez no deja de correr y desde 1981 ha acumulado kilómetros, bajando tiempos y cruzando arcos de meta. Para él, correr es parte de su vida, algo que ha compartido con su hermano, su hijos y sus amigos, como Gilberto bueno, Alfonso García y Otón Vázquez. Ha festejado cumpleaños corriendo el número de kilómetros que cumple, ha probado las carreras Rover, sólo para salvajes, ha ganado casi todo lo que ha corrido, ha viajado para correr. En pocas palabras, el señor Ramírez, corre porque es parte de su vida y dice estar dispuesto a morir corriendo.

Recomienda entrenar con cuidado y prepararse lo suficiente para poder disfrutar del maratón que dice,  es una prueba a la que hay que tenerle respeto.