Para las mujeres corredoras
El desempeño de una mujer atleta depende en algunos aspectos en la fase en la que se encuentre del ciclo menstrual. El ciclo varía desde 21 hasta 35 días y se compone de tres fases: la fase menstrual, la fase preovulatoria y la fase postovulatoria.
Los efectos de la menstruación varían enormemente dependiendo de cada mujer. En algunos casos, no parece haber ningún inconveniente aparente, en otros, los cambios implican una incapacidad considerable. El aumento de peso asociado con la retención de agua durante el periodo premenstrual es claramente una desventaja para las atletas de resistencia.
Diane Palmason, quien dirige una serie de campamentos de mujeres corredoras en Colorado y Columbia Británica, menciona que “la experiencia de una disminución de la energía no es única. En discusiones sobre los efectos del ciclo menstrual en el correr en nuestros campamentos, por cada mujer que dice ‘ningún problema’, hay otras dos que describen una diversidad de cambios que afectan directamente a su entrenamiento y a sus rendimientos. El abanico de diferencias entre mujeres es significativo, pero la letargia premenstrual es muy común”
La menstruación no tiene por qué suponer una interrupción del entrenamiento. El estado de ánimo se ve perjudicado en gran manera por la “bomba” de hormonas en el cuerpo y eso favorece a que las mujeres que practican el correr como hobbie se alejen de su rutina diaria, no sólo deportiva, durante esos días.
Mientras los días críticos de la menstruación transcurren, correr queda en el último plano de prioridades. Los cólicos, el intenso flujo y el dolor de pechos son los elementos suficientes para dejar a un lado la fuerza de voluntad de realizar cualquier actividad deportiva, sobre todo correr.
Pero todos estos malestares pueden desaparecer o disminuir de manera considerable si es tratada por un especialista en ginecología, lo que la ayudará a realizar su deporte preferido los 365 días del año.
Según los especialistas, algunas mujeres sufren severos casos de disminorrea (cólicos) y en ese caso, su médico de planta podrá recetar algunos analgésicos o antiinflamatorios con el fin de moderar el flujo y hacer que esos días no sean tan incómodos.
A pesar que las mujeres rehuyen de la actividad física en esos días, debido a los dolores, el ejercicio y el deporte son una de las medicinas más eficaces para eliminar todo malestar menstrual.
El dolor durante esta etapa mensual de las mujeres se produce porque se liberan prostarlandinas en los procesos inflamatorios, por ello los especialistas aseguran que hacer ejercicio durante la menstruación es bueno porque se liberan endorfinas, una especie de narcótico endrógeno que produce el cuerpo humano y por eso disminuye mucho el umbral del dolor.
Además, las mujeres deben tomar consciencia de que la menstruación no es ningún impedimento para continuar en el sano camino del deporte, ya que no elimina físicamente en nada a la mujer, es solamente un periodo incómodo, no se disminuyen las capacidades físicas en esos días, puede utilizar los tampones para protección de su ropa íntima.
En cuanto a las atletas que corren a diario bajo un régimen establecido y con un buen esfuerzo, éstas pueden sufrir irregularidad en su periodo menstrual, por lo que tienen que consultar con mayor regularidad a su ginecólogo y a otros especialistas.
Este tipo de corredoras pueden sufrir ciclos anovultorios, es decir, que no hay ovulación y se puede alterar su ciclo menstrual, incluso pueden caer en la menorrea, que es cuando no se presenta la regla.
La entrenadora Palmason también explica “a la edad de 59 años no he sido molestada por tales síntomas desde hace algún tiempo, pero mi compañera, Maureen Custy, se dio cuenta de que los niveles de hierro caían significativamente en los días anteriores a su periodo. Ahora toma precauciones para prevenir esto con suplementos de hierro en tales días.”
De igual manera, si se tiene una carrera los días anteriores a la menstruación es recomendable alimentarse de forma saludable, existen medios naturales que ayudan a desaparecer todas estas molestias. Una dieta balanceada, baja en sales, una rutina de ejercicio y la ingesta adecuada de líquidos podrían favorecer a las mujeres para que su cuerpo enfrente de mejor manera esta etapa del ciclo:
Reducir el consumo de azúcar refinada, sal, carne roja y alcohol.
Comer pescado, pollo, granos enteros y legumbres.
Reducir la ingesta de café, té, chocolate y refresco de cola.
Reducir el consumo de grasas, alimentos fritos y margarinas oxigenadas.
Aumentar la ingesta de fibra, verduras de hoja verde, legumbres y frutas.
Fuente: Correr.es
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