Mi pequeña gran corredora
¡Feliz Día del Niño!
“Mamá quiero correr sin carreola”, me lo pidió MiniRunner hace 5 meses. Desde los 6 meses corre conmigo o con su papá en carreola, ya sea en las carreras o en los parques donde nos lo permiten. Hoy tiene 3 años y adora formar parte de ellas. “Pronto te llevo a una, deja que tengas edad para ello” y se lo cumplí.
En su casa, correr es una palabra común. La mayoría de su familia, incluyendo papá, mamá, tíos y primos que a veces la cuidan, lo hacen. Es normal que ella juegue a los sprints, que pida que le califiques su técnica o que te diga NO, cuando le ofrezcas comida que no entra en su esquema.
Es fan de desayunar zanahorias y pepinos mientras su mamá o tía se atascan de hot cakes previo a un maratón, o de su plato de avena con leche descremada. Se hidrata con agua natural, jugos de verduras naturales o electrolitos. Sólo toma medio vaso de refresco en fiestas infantiles u ocasiones especiales y no le entran los pastelitos ni la comida condimentada ni las papitas con chile.
Ayer corrió su segunda carrera de 30m, estaba nerviosa. La acompañé a la salida y apliqué los tips que a lo largo de tanto año corriendo he aprendido. “Tu vienes a divertirte, corre, grita, echa porras…ni te presiones, correr es jugar”. Me sonrió y me abrazó. Sabía que lo había entendido.
Arrancó siendo la última, pero pasados los 15m de los 30m que recorrería se adelantó. Llegó en segundo lugar, sin darse cuenta de lo que había hecho. Cuando la suben al podium, su cara de felicidad fue impresionante. Se había levantado super tarde y se cambió de prisa, se peinó como pudo y llegamos 15 min antes de que arrancara, pero ella iba con la mejor actitud. “Ponme mis pantalones rosas, los que me gustan”, me dijo.
Después de la premiación, nos la entregaron los organizadores y la abrazamos su papá y yo. Estaba contenta con su trofeo. Ni ella lo imaginó. Pero enloqueció con el teléfono de Plaza Sésamo que se ganó por su segundo lugar. ¡Así son los niños! Se quitó la medalla, me la dio a guardar y ¡fue a tomarse una foto con los personajes de la serie sin ella! (Recordé que los adultos cuando corremos un maratón la traemos puesta para que todo mundo vea lo que hicimos jajaja) Al terminar pidió un plato de frutas con granola y miel, y un vaso de agua de sandía.
Fue tanta su inspiración por su logro, que todo el día se la pasó haciendo sprints con nosotros mientras paseábamos en el parque, no quiso subirse a la carreola y se comió todo lo que pudo para “tener muchas fuerzas” y ponerse a “caballar”, como ella le llama a jugar y correr.
Hoy que subió al Podium, me siento feliz obviamente, no me lo esperaba. Mi objetivo nunca ha sido ese, sino que conozca la magia del deporte. No la presiono a nada, ¡ni siquiera eso lo quiero para mí! Ni tampoco tiene la edad para entrenar para ser una “estrella” de ningún deporte. Esperaré a que pruebe muchos y que ella decida por ahí de los 10 años cuál le gusta más. Ahora sé que todas esas desmañanadas mías han valido la pena y que entregarle mis medallas han surtido efecto, que ella se toma el ejercicio como parte de su vida y que es tan consciente de llevar una vida sana, que no tengo problemas en cuidar lo que come. Hoy sé, que haberla involucrado en la carrera desde que estaba embarazada, aún cuando muchos me criticaban por hacer ejercicio hasta un día antes de parir, me ha dado mi recompensa: tener una hija que disfrute del deporte.
“Mamá, guárdame mi trofeo para verlo y cuando me asusten los monstruos, piense en lo fuerte que soy”. Este ha sido otro Record Personal para mí, uno que me ha roto el corazón y quizá el que más me ha llenado de felicidad.
Al final uno es responsable de lo que parió, y espero seguir por el mismo camino. Ahora tengo que aprender a ser una super mamá porrista, ¡me tienen que ayudar!
Gracias a Gatorade por la invitación y al Club de Corredores del Bosque de Tlalpan por fomentar de esa forma el deporte.
Fuente: Blog de corredoras