El momento en que los corredores se enfrentan a ‘la pared’
El rumor: Si corres demasiado rápido o demasiado lejos, ‘te estrellarás’
Todo corredor tiene miedo de “estrellarse” (es decir, “chocar”); llegar a ese punto en una carrera o entrenamiento en el que tus piernas bombean ácido de batería, tu respiración cuesta trabajo, tu ritmo se reduce a gatear y el pensamiento de tomar otro paso parece la peor idea del mundo. Algunos insisten en que se estrellan en medio de los 10 kilómetros. Otros creen que simplemente es una barrera mental autoimpuesta que puede superarse con un poco de firmeza y pensamiento positivo. Así que, ¿qué grupo tiene la razón?
El veredicto: ‘Estrellarse’ es algo real, pero solo cuando corres largas distancias
“El cansancio del corredor es real”, dice el psicólogo del ejercicio y miembro del consejo de revisión de upwave, Daniel Zeman, maestro en ciencias. “Pero no te estrellas en una carrera de cinco o 10 kilómetros. Tiene que ser una situación en la que gastes más de 2,000 calorías o corras durante un tiempo mayor a dos horas”.
De acuerdo con Zeman, la mayoría de las personas llegan a ese punto de referencia de 2,000 calorías; y aunque la ‘pared’ proverbial, un punto alrededor de la marca de 32.1 o 35.4 kilómetros de un maratón, que es la razón por la que los últimos 9.6 kilómetros de la carrera de 42.1 kilómetros a menudo son referidos como “la segunda mitad”.
¿Por qué ese es el punto en el que muchos se quedan atorados? Es un caso sencillo de oferta y demanda. Tu cuerpo demanda glucógeno, que es una larga cadena de azúcares (es decir, carbohidratos) almacenados en tus músculos e hígado, para proporcionar la energía para correr. Sin embargo, el cuerpo humano, solo puede almacenar tanto glucógeno (digamos, para 32.1 kilómetros). Cuando la energía se acaba, el cuerpo comienza a quemar grasa para obtener energía; que es como intentar impulsar el DeLorean de Volver al futuro con mantequilla en lugar de plutonio.
Así que, ¿cómo alguien termina un maratón sin ‘estrellarse’? Esa sería la apropiada combinación de caminar lento, hidratación estelar y un proceso conocido como cargar carbohidratos; tres cosas que son extremadamente manejables para el corredor promedio.
La parte de caminar es bastante intuitiva. “Si vas demasiado rápido, te estrellarás porque vas a desgastar tus carbohidratos”, dice Zeman. El mejor plan de acción es comenzar conservadoramente y gradualmente aumentar tu ritmo meta. La hidratación también es bastante sencilla. Zeman recomienda muchos líquidos en los días antes de la carrera, y hacer un espacio para beber agua o una bebida deportiva en las estaciones de líquidos en el camino. Esto te asegurará que no te deshidrates, lo que causa que tu temperatura central aumente y tu bienestar físico se reduzca.
El componente final, cargar carbohidratos, es el más crucial para acumular esos almacenamientos de glucógeno a un nivel en el que puedan llegar a 42.1 kilómetros en lugar de 32.1 o 35.4. Como sugiere el nombre, el proceso involucra mantener una dieta saludable rica en carbohidratos en los tres o cuatro días antes de la carrera, mientras simultáneamente recortas tu kilometraje.
Consumir bebidas deportivas y suplementos como geles de energía en puntos clave durante la carrera pueden ayudarte a reponer tus niveles de glucógeno a medida que decaen. (¡Solo asegúrate de que practicaste con ellos en el entrenamiento!).
Este artículo fue publicado originalmente en upwave.com.