Nuestro cuerpo es sabio, y sabe perfectamente cuándo es el momento de detenerse mientras haces ejercicio, así que si por ti mismo no paras, podrías sufrir las consecuencias.

¡Aguas con esos dolores musculares! Si bien no son peligrosos, sí tienes que llevar a cabo algunos cuidados para evitar alguna lesión.

No los tomes tan a la ligera, sabemos que son dolores horribles que solo duran algunos segundos o minutos, pero necesitas tranquilizarte y realizar lo siguiente.

Sigue estos consejos, runner:

1. Si sientes que te va a dar un calambre: disminuye inmediatamente la intensidad del ejercicio y relaja al máximo (en la medida de lo posible) el músculo afectado.

Si puedes, estira y dale un masaje al músculo donde sientas dolor.

2. Cuando se termine el dolor: lo mejor es que dejes de ejercitarte (ya sea entrenamiento o en una carrera), sabemos que no es propio de un runner abandonar, y menos si “no es una lesión grave”, pero recuerda que es probable que el calambre se repita con mayor intensidad si sigues forzando tu cuerpo.

3. Toma una bebida deportiva: es importante que cuides tu hidratación y cómo reponer las sales minerales que pierdes al hacer ejercicio, recuerda que debes tener una estrategia de hidratación siempre que salgas a correr, y recuerda tener un equilibrio. ¿Entendido?

4. Corrige lo que podrías estar haciendo mal: piensa si llevabas una postura adecuada mientras corrías, o si tu calzado podría ser uno de los factores, incluso si estabas haciendo demasiado esfuerzo.

Recuerda también que debes llevar una dieta balanceada, rica en frutas y verduras y no demasiado alta en proteínas.

5. Si te sucede muy seguido: recuerda visitar a un especialista, igual necesitas ingerir suplementos, así que es mejor que lo visites en cuanto puedas.

 

Fuente: Runner’s World

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