ELVIA DÍAZ GARCÍA

Antes de comenzar la carrera yo ya estaba decidida a culminar los 21k en una hora con cincuenta minutos (1:50), ya había corrido otras carreras de 21k y llegaba casi en dos horas; mi meta ahora era llegar en 1:50.
Cuando comenzó la carrera, respiré profundamente y esperé 5 minutos a que salieran las personas del Bloque A, luego salió nuestro bloque, el Bloque B. Me dio mucha alegría cantar nuestro Himno Nacional y después escuchar la cuenta regresiva; luego, llegó el momento, era nuestro turno. Había visto a algunas personas llevando carteles en sus espaldas con tiempos de carrera, me di cuenta de que eran del grupo de RABBITS. Cuando vi el que decía 1:50, dije: “Lo tengo que alcanzar”, pues parecía que iban a correr con nosotros.

Ya empezando la carrera, había mucha gente y era algo difícil despegarse. Seguí a mi ritmo y llegué a rebasar a varios del grupo RABBIT, hasta que finalmente alcancé al chico que portaba el tiempo en el que yo deseaba culminar mi carrera. Fue algo increíble porque incluso lo rebasé y seguí adelante, luego me alcanzó pero ya estábamos por llegar a la meta.Me alegró mucho el ánimo de las porras y de todas las personas que nos apoyaron en todo momento: señoras de la tercera edad repartiéndonos dulces, niños animándonos y un ambiente agradable.
Me gustó mucho que las personas del grupo RABBIT hayan estado con nosotros y que hayan llegado en el tiempo en el que estaban dispuestos. Estoy muy feliz de haber tenido esta gran experiencia y en haber llegado en el tiempo que había deseado.
Crucé la meta al 1:50 y unos segundos más, pero lo logré, justo detrás del chico que portaba el tiempo de 1:50, me alegré mucho.
Ahora no me queda más que prepárame para el siguiente año y alcanzar el tiempo oficial de 1:40.
Fue una gran experiencia, esta carrera la dediqué a mi esposo y a mi.
Gracias por esta gran experiencia.

 

 

MARIO GARCÍA CONTRERAS

Fue mi primera experiencia en esta carrera, ya que la edición del año pasado no me fue posible correrla porque mi hijo tuvo un accidente y estuve en el centro médico con él desde el sábado hasta el domingo en la noche. Este 19 de junio tuve la fortuna de contar con el apoyo de mi
hijo todo el tiempo que duró la carrera e incluso antes, desde los entrenamientos que realicé para poder correr este medio maratón, algunos desde las 5am.

Por el tiempo que pensaba hacer, me tocaba correr con Ana Hilda de RABBIT, pero en el trayecto supe que podía bajarlo más, así que decidí rebasarla y conservar mi ritmo. La dejé atrás antes de la mitad de la carrera. Me sentí muy feliz de haber superado mi propia meta. Llegue con un tiempo del chip de 1:49:00 y con un tiempo oficial de 1:56:27. Es una gran satisfacción ya que en pasados medios maratones, hacía 2:17 y en entrenamientos llegue hacer 2:02. Nadie de mi familia esperaba que lo lograra en tan bajo tiempo, incluso yo me decía que bastaría con llegar en mi tiempo de entrenamiento para cumplir mi objetivo.
Les doy gracias a los RABBITS y a mi familia  porque sin ellos no habría sido posible esta superación; una mención especial a Jack mi perro Schnauzer que corre con migo cada madrugada ¡Gracias!

 

 

ABRAHAM SORKIN

En lo personal y siendo sincero, no iba por marca, ni tiempo, sino a conocer esta carrera y en especial la ruta, ya que nunca había corrido al sur de la ciudad.

Al ver a Julio César Morales como RABBIT y al grupo que se fue conformando, me animé a ir por el 1:35:00. Pude seguirle el paso exactamente hasta el km 17. A pesar de que venía escuchando todo el apoyo, el aire no me dio para más y me fui quedando atrás poco a poco. Fui viendo cómo se alejaban, Sin embargo pude terminar mi carrera.

Queda para la memoria, asegurando que gracias a Julio logré bajar mi tiempo de 1:40:48 y 1:36:12 en mis casi dos años como runner. El resultado final de la 36ª Carrera del Día del Padre: 1:35:55; esos segundos fueron muy muy valiosos, dolorosos, pero con ese apoyo que nos dio Julio y el resto del grupo que nos integramos, puedo decir que ¡LO LOGRÉ!

MIL GRACIAS por el ánimo, el apoyo, el compartir las técnicas y estrategias de carrera y por acobijarnos en el grupo de la mejor manera, mucho éxito y ¡Nos vemos en la próxima!

 

JULIO CÉSAR MORALES
Como la mayoría sabe el domingo fui pacer del Medio Maratón del Día del Padre que organizan los Corredores del Bosque de Tlalpan. El tiempo que debía hacer era de 1:35:00 lo que implicaba correr a un ritmo medio de 4:30 min/Km.

Durante la entrega de paquetes hubo un stand de rabbits y los tiempos a marcar eran desde 1:35:00 hasta 2:25:00, con incrementos de 5 minutos. La gente que estimara terminar los 21 Km en los objetivos establecidos se podía anotar con su respectivo pacer. En mi caso el listado apenas llegó como a 50 victimas… que diga 50 corredores.

El día de la carrera nos citan a las 6:00 am para recibir las últimas indicaciones de Claudia Fernández (la coordinadora de los pacers), nos arreglamos y nos movemos a los respectivos bloques de salida. En mi caso me mandaron al Bloque Élite, me integro pero decido quedarme hasta atrás (era obvio que con ese tiempo sólo les estorbaría a los que van por un podio) y de ese modo me quedaría en la punta del Bloque A (todos los corredores recreativos que van por una buena marca o record personal y que a final de cuentas son los que me seguirían). En el bloque ubico a algunos amigos, nos saludamos y sólo esperábamos el disparo de salida.

Comienza la cuenta regresiva, 3, 2, 1 y ¡zas! allá vamos. La estrategia era correr los kilómetros de bajada a 4:25 min/Km para aprovechar el descenso y tener segundos de colchón para las subidas del regreso.

Los primeros 5 Km son de bajada y salen en 22:13, 17 segundos valiosos abajo del tiempo establecido, para ese entonces el grupo era como de 40 corredores. Continuamos el recorrido y todo era una camaradería muy padre porque entre todos nos apoyábamos con las porras y la hidratación. El kilómetro 10 lo pasamos en 00:44:42, es decir, los segundos 5 kilómetros salieron en 22:29 (veníamos como relojito suizo), a esas alturas venía motivando y echando porras a los que me seguían, sabía que darles palabras de aliento les servirían.

Continuamos devorando el recorrido y el kilómetro 15 lo cruzamos en 01:07:14, o sea, los terceros 5000 m salieron en 22:32, ¡todo iba de maravilla! Seguimos y llegamos al kilómetro 17, ahí es lo pesado la ruta, aquí es donde los segundos de colchón servirían a la causa. Iniciamos el ascenso, empiezo a dar tips sobre cómo atacar las pendientes, desafortunadamente aún así van sucumbiendo corredores, el grupo se va dispersando por un momento pasa por mi cabeza reducir el ritmo para que me alcanzaran pero tristemente no podía hacerlo, tenía un objetivo que cumplir y seguí con los venían a mi lado).

En eso pongo atención a Antonio, el chico de playera negra de mi derecha, literal se pego a mi lado y venía dándolo todo, decido enfocarme en él, sabía que debía echarle porras para que no aflojara y sucumbiera en las subidas. Llegamos a la marca del kilómetro 18 en 01:21:04, justo a tiempo para lograr la marca de 1:35:00.

Ahí les grito a todos “¡Faltan 3 kilómetros! pero llegando a Perisur estamos del otro lado”, “De ahí a la meta es bajada y esa no cuenta”, “Imaginen que les falta una vuelta a Los Viveros de Coyoacán o 2 vueltas a la pista del Bosque de Tlalpan”, “Díganse a si mismos ‘está plano, está plano'” JAJAJA había que motivarlos como fuera. Así Antonio siguió, en serio él venía dando todo.

Llegamos al kilómetro 20 en 01:30:18, ya sólo faltaba 1.097 Km y de continuar el ritmo de 4:30 min/Km terminaríamos en el tiempo objetivo, sin embargo decido acompañar a Antonio, habíamos llegado tan lejos como para dejarlo solo y seguirme a la meta para cumplir la marca. Lo único que nos faltaba era llegar a la calle de Zacatepetl, con dirección hacia el CCH Sur, dar vuelta en U y bajar al Bosque de Tlalpan.

Cuando llegamos a Zacatepetl sigo motivándolo pero comenta que le quiere dar un calambre, eso me angustio porque sé lo horrible que es casi llegar a la meta y que por culpa de un calambre tu tiempo se vaya a la basura, afortunadamente no le paso nada, damos la vuelta en U, de ahí a la meta es pura bajada, algunos de los chicos que aguantaron el paso empiezan a cerrar, yo decido quedarme con él, segundos más, segundos menos no importarían al final. Esos últimos metros venía gritando como loco para que la gente nos echará porras y prendiera a los corredores, eso motivo a muchos y pudieron cerrar súper bien.

Llegando a la marca del kilómetro 21 sólo 97 metros nos separaban de la meta, en eso le digo a Antonio “saca tu resto” y nos perfilamos para cerrar, fue algo muy emocionante. Cruzamos la meta juntos, al final el tiempo chip fue de 1:35:21 y aunque había hecho 21 segundos “de más” eso era lo de menos, me quedaba con la satisfacción de haberlo ayudado, que ese tiempo extra era un precio que con gusto pagué con tal de ver la felicidad en su cara y saber que él había hecho RP en medio maratón.

Poco a poco fueron llegando más corredores que se acercaron y me agradecieron por marcar el paso y echarles porras en las subidas, una chica me dijo “gracias rabbit por tus porras, de no haberte escuchado capaz de que ahí me quedaba” al escucharla se me dibujo una enorme sonrisa, la piel se me enchino de la emoción, me dio mucho gusto que haya podido ayudar a que varios corredores lograran su objetivo, fue algo muy gratificante.

Por último si me preguntaran ¿volverías a ser pacer? la respuesta definitivamente sería sí. Espero que los Corredores del Bosque de Tlalpan me vuelvan a considerar para el siguiente año y pueda ayudar a más gente a lograr sus metas.

 

 

 

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