Corolas de colores
El Bosque destella con flores
Ha comenzado a llover y el Bosque de Tlalpan no sólo se llena de verde, sino de color. Quienes lo visitan podrán notar la gran variedad de flores que durante la temporada de verano dan un nuevo aspecto al paisaje. Debido a la gran belleza de muchas especies, algunos usuarios se pueden ver tentados a llevarse flores, tallos o incluso plantas completas. La información sobre la riqueza biológica que alberga el Bosque de Tlalpan busca crear conciencia en todos los visitantes para evitar el saqueo ya que el equilibrio de los ecosistemas depende de la interacción de todas las especies.
Una de las especies más llamativas del Bosque es Tigridia pavonia (L.F.) DC. de la familia Iridaceae. Produce flores muy grandes que sólo duran un día, lo que quiere decir que la oportunidad de ser polinizadas y producir semillas es sólo de 24 horas.
T. pavonia es una planta bulbosa que mide desde 30 hasta 150 cm. Sus flores son erectas, con tonos de rosado, rojo, anaranjado, amarillo o blanco, punteadas o manchadas en el centro. Debido a la combinación y disposición de colores, se le llama comúnmente flor del tigre, cacomite y oceloxóchitl. Era una de las flores favoritas en los jardines de los gobernantes aztecas. En el mundo prehispánico, el hombre se sentía íntimamente relacionado con la naturaleza. De acuerdo con los aztecas, el mundo fue creado a partir del descuartizamiento de la diosa Tlaltecuhtli. A partir de sus cabellos fueron creadas todas las flores. T. pavonia fue utilizada como planta ornamental y medicinal por los aztecas. Actualmente, México es considerado el centro de mayor diversidad de T. pavonia.
Referencias:
- Davidse, G., M. Sousa S. & A. O. Chater (editores generales) 1994. Alismataceae a Cyperaceae. Fl. Mesoamer. 6: i–xvi, 1–543. Disponible en: http://mobot.mobot.org/cgi-bin/search_vast
- Velázquez-López R., Z. Cano-Santana y X. Damián-Domínguez. 2009. Historia natural y biología reproductiva de la flor del trigre, Tigridia pavonia (Iridaceae), en Biodiversidad del ecosistema del Pedregal de San Ángel. Lot A. y Cano-Santana Z. [eds.] Universidad Nacional Autónoma de México.
Diversidad exótica y nativa
¿Bailarinas o plantas?
La palabra exótico suele asociarse a una espesa selva de algún lejano lugar o bien, a una playa en una isla desierta. El Diccionario de la Real Academia Española lo define como algo extranjero, especialmente si procede de país lejano; e incluye su uso en México para referirse a una bailarina de cabaré. Sin embargo, en términos biológicos, las especies nativas son las residentes originales de un determinado lugar, mientras que las especies exóticas se refieren a aquéllas que proceden de otras áreas y se establecen en el nuevo entorno debido a las condiciones favorables que ahí encuentran.
La importancia de hablar de especies exóticas radica en que el Bosque de Tlalpan alberga una considerable diversidad biológica tanto de plantas como de animales. Sin embargo, es muy evidente que está siendo invadida por especies que no formaban parte de ella en el pasado. La introducción de especies exóticas puede poner en serio riesgo a los elementos florísticos y faunísticos originales del Bosque de Tlalpan por lo que es necesario evitar su dispersión y reintroducir las especies nativas.
Desafortunadamente, evaluar la entrada de especies exóticas puede ser difícil, ya que en gran medida depende de la existenica de registros antiguos y confiables. La manera más directa de hacer la evaluación es a través de estudios florísticos y faunísticos.
En el caso del Bosque de Tlalpan, la información sobre la diversidad biológica más reciente se encuentra en el programa de manejo publicado en 2009. Sin embargo, los datos anteriores son escasos y por eso conviene tomar como referencia un ecosistema parecido como el Pedregal de San Ángel.
En 1954, el célebre botánico mexicano Jerzy Rzedowski realizó un estudio de la diversidad florística del Pedregal de San Ángel que todavía se encontraba poco afectado. Sus resultados muestran que el matorral xerófilo abarcaba una extensión original de 40 kilómetros cuadrados y albergaba unas 350 especies de plantas vasculares. Más de treinta años después, cuando ya su extensión estaba muy reducida sólo se encontraron 226 especies de las reportadas por Rzedowski, además de 77 especies no reportadas anteriormente. Evidentemente, el disturbio generado en esos años propició el asentamiento de nuevas especies e hizo desaparecer a otras nativas.
Lo anterior pone en evidencia que el Bosque de Tlalpan no sólo es un lugar ideal para hacer ejercicio, sino que es un verdadero refugio de especies vegetales y animales. De ahí la necesidad de insitir en el cumplimiento del programa de manejo y de compartir con los usuarios su importancia y belleza.
Referencias:
Castillo-Argüero S., Y. Martínez-Orea, J. A. Meave et al. 2009. Flora: susceptibilidad de la comunidad a la invasión de malezas nativas y exóticas. En Biodiversidad del ecosistema del Pedregal de San Ángel. A. Lot y Z. Cano-Santana [eds.] Universidad Nacional Autónoma de México.