El calzado de la victoria
El entrenador del diseño y la velocidad
Para entender cómo alguien pudo revolucionar el diseño del calzado deportivo, sólo hace falta salir a la calle y contar el número de pares de tenis de Nike. Bill Bowerman no sólo fue entrenador de figuras como Steve Prefontaine, Kenny Moore, maratonista norteamericano, y Bill Dellinger, medallista de bronce en los 5,000 metros de los Juegos Olímpicos de 1954.
Los tenis deportivos habían permanecido sin cambios desde principios del siglo veinte. Consistían en una suela de hule y revestimiento de tela. Sin embargo, Bowerman estaba convencido de que el diseño de los tenis podía ser determinante para llegar a la meta. Por eso, a partir de la década de los sesenta, comenzó a trabajar en una línea de zapatos con suela de látex utilizando la wafflera de su esposa. El resultado: zapatos más ligeros y más veloces.
En 1964, Bowerman junto con uno de sus atletas, Phil Knight, formó la empresa Blue Ribbon Sports para fabricar sus propios diseños. Juntos comenzaron a vender sus tenis afuera de las juntas de la Asociación de Atletismo. En 1968, la compañía cambió su nombre a Nike, en honor a la diosa griega de la victoria, fuerza y velocidad. Su equivalente romano es Victoria.
Nike comenzó una feroz campaña publicitaria en 1972, cuando declaró que cuatro de los siete finalistas del selectivo para correr el maratón en los Juegos Olímpicos de Munich habían utilizado tenis de Nike. Simplemente evitaron mencionar que los tres primeros lugares habían corrido con zapatos Adidas.
La actual empresa multimillonaria comenzó como un proyecto personal de un entrenador que alguna vez dijo: “Dios determina qué tan rápido podrás correr, yo sólo puedo ayudarte con la mecánica”.
Bill Bowerman murió el 24 de diciembre de 1999 en Oregon.